Por elsiglo.com.ve
Aragua es la cuna de grandes artistas que se han ganado el corazón de los venezolanos y han cruzado fronteras para izar nuestra bandera en los escenarios más prestigiosos del mundo, este es el caso del maestro Christian Vásquez, un joven de San Sebastián de los Reyes, que dentro de sus infinitos logros, su nombre sale a relucir hoy en la palestra pública por dirigir a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y al Coro Nacional Simón Bolívar durante la gira de Oscar D´León, por sus 50 años de trayectoria.
Recientemente se realizó en el Forum de Valencia el último concierto de este evento histórico, siendo el lugar propicio donde el maestro brindó declaraciones exclusivas para el diario elsiglo, en las cuales expresó toda la emoción que se vive en los momentos previos al gran show, para el cual esperaba salir “a tocar, a cantar y a gozar”.
Vásquez comentó que por ser director de orquestas y dedicarse a lo sinfónico, nunca se imaginó compartir escenario con el “Sonero del Mundo”, sin embargo, cuando recibió la propuesta hace un mes no dudó en aceptar este reto y pisar nuevamente los escenarios nacionales.
El sonero y el maestro
“Conocí a Oscar en Berlín durante su gira por Europa y me pareció una persona encantadora y luego, cuando iniciaron los ensayos, fue mágico, fluyó bastante, él es un ejemplo para todos nosotros y poder estar con él y con su orquesta tocando en conjunto con la Simón Bolívar es algo único y sé que el público lo percibió”, relató el director.
Cuando inició la gira de Oscar D’ León en Venezuela, este 16 de septiembre en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, unos cuantos aragüeños contuvieron el aliento al ver al “rey de la salsa” entrar al escenario y estrechar la mano del maestro Christian Vásquez, quien ya estaba en escena, dirigiendo ese magistral concierto.
“Me sentí muy afortunado de poder estar con esta leyenda y poder regalarle un poquito de felicidad a todo el público presente y también a las personas que no pudieron ir, pero que estuvieron conectados a través de las redes sociales”, explicó Vásquez, quien no negó su pasión por la salsa.
Es importante resaltar que este talentoso artista venezolano radicado en Berlín, ha dado mucho de qué hablar en los distintos medios de comunicación por su participación en infinidad de conciertos, en especial después de la pandemia, cuando inició una gira por Turquía en el mes de abril de este año, junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y al director Andrés David Ascanio, siendo Vásquez el encargado de dar inicio a las presentaciones dirigiendo en Estambul.
En esa oportunidad, el aragüeño cerró la velada con la Sinfonía No.5 Si bemol Mayor, Op. 100 de Sergei Prokofyev, una obra sumamente exigente, pero que demostró la calidad del talento venezolano.
Estas hazañas hacen de este director un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones que recién empiezan a formarse en esta disciplina. “Es una emoción muy grande y también un compromiso, porque me empiezan a seguir muchos niños y jóvenes y es mi deber llevar el nombre de Venezuela, del Sistema de Orquestas, de San Sebastián y del estado Aragua en alto y eso me motiva a seguir haciendo las cosas mejor”, expresó.
Volver a la vida
No obstante, afirmó que luego de la cuarentena radical, a causa de la pandemia del Covid-19, las cosas no fueron tan fáciles como parecen, puesto que para un director de orquesta es indispensable tener músicos presentes. “Mi instrumento es la orquesta y aunque agarré la batuta y muevo las manos, si no hay músicos, no habrá sonido”, explicó Vásquez.
Este proceso duró más de un año, por lo que confiesa, “cuando empecé nuevamente me sentía extraño, se me cansaban los brazos, pero después seguí haciéndolo, hasta que pensé: otra vez soy yo, volví a la vida”.
Sin embargo, siempre hay una luz al final del túnel, puesto que para el sansebastianero este proceso también le brindó la oportunidad de compartir con su esposa e hija. “Yo viajo muchísimo y uno de mis temores era perderme sus primeros pasos, sus primeras palabras, entonces pude disfrutar de estos momentos y eso fue lo bonito, lo positivo”, comentó.
En el mismo orden de ideas, describió su oficio como “una carrera muy difícil en la que siempre hay que estar estudiando, pasas todo el día con partituras, es una carrera muy solitaria también, porque una semana estoy en un país, en otra semana estoy en otro y hay que sacrificar muchas cosas y siempre hay que buscar un balance entre la carrera y la familia”, por lo que instó a los jóvenes, cuyo sueño es ser director orquestal a que le sigan “echando pichón”, porque si bien el camino es difícil, se puede disfrutar de grandes logros.
Arepas en Berlín
Muchos venezolanos que pasan largos periodos de tiempo lejos de su tierra, hablan de esa sensación indescriptible que se vive al reencontrarse con su tierra y Christian Vásquez no fue la excepción, por lo que de una forma jocosa dijo que no hay nada más sabroso que “comerse una arepa en Venezuela; aunque yo como arepas en Berlín todos los días, pero no es igual que comerla aquí en mi país”.
“Ya cuando el avión va a aterrizar en Maiquetía, es único, la emoción, las ganas de llegar y ver a tus amigos, ver la sencillez y la parte humana del venezolano y estar con la Simón Bolívar, que son como mi familia, una orquesta donde toqué durante muchos años en la fila de los violines, poder compartir con ellos es único”, relató.
Asimismo, Vásquez se refirió a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar como “la mejor del país y una de las mejores de Latinoamérica y el mundo”, pero que a pesar de esto, ven cada concierto como el último, por lo que la gira de Oscar D’ León fue una experiencia bastante particular, porque muchos de nosotros crecimos escuchando su música, confirmó.
También agregó que el intérprete de “La Mazucamba” es un ejemplo para la nueva generación de artistas, por ser una persona que ha demostrado que con su talento, pasión, su amor por la música y su país, se ha mantenido durante 50 años y eso no es fácil.
“Esta experiencia me recuerda a los domingos en mi casa cuando mi mamá se ponía a limpiar y escuchaba la música de Oscar y bailaba con la escoba, por lo que luego me enseñó a bailar a mí y así crecimos muchos, por eso esto lo he disfrutado al máximo”, concluyó el maestro minutos antes de subir al escenario para reencontrarse con el público y dar un espectáculo de calidad, digno la admiración de los venezolanos.
Es importante mencionar que este prodigioso músico, al culminar la gira debe partir rumbo a Corea del Sur para continuar su agenda de conciertos, en la que también tiene pautadas algunas presentaciones en Francia y Colombia, por lo que se espera que para el mes de noviembre pueda estar nuevamente en Venezuela.